- 1 Litro de leche
- 120 gr mantequilla
- 120 gr de harina
- Sal
- Nuez moscada
Elaboración:
Si queremos podemos tamizar la harina para que no haya ningún grumo ni impureza.
La leche puede ser a temperatura ambiente o previamente hervida.
Tener los ingredientes pesados y preparados para no detenerse mientras se hace la bechamel, pues eso no es recomendable.
Se pone la mantequilla en la sartén a fuego medio, derritiéndola totalmente. Cuando este derretida añadimos la harina poco a poco y con la ayuda de las varillas vamos removiendo hasta que se integre totalmente.
Debe quedar una masa cremosa amarillenta, que deberás mantener unos minutos a fuego medio y sin dejar de remover para que la harina se cocine bien.
A continuación vamos a verter la leche poco a poco y mantendremos a fuego lento durante varios minutos removiendo sin parar. Hasta que la bechamel adquiera la textura deseada.
Tras verter la leche agregamos la sal y la nuez moscada pero con cuidado ya que no queremos que el sabor de la bechamel se descompense.
Cuando tenga el espesor que te interese, la retiras del fuego porque hay que tener en cuenta que espesara un poco más después. Si queda demasiado liquida mantenla más tiempo a fuego lento, y si queda muy espesa añade un poco mas de leche y remueve hasta que te quede perfecta.
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